Mixes


Los mixes, o ayuuk, son una etnia mexicana que habita en el norte del estado de Oaxaca, en una región situada en la llamada Sierra Mixe y parte del Istmo de Tehuantepec, colindando con los distritos de Villa Alta, Choapan, Yautepec, Juchitán, Tehuantepec y con el estado de Veracruz. Son 19 los municipios donde se asientan los componentes de este grupo indígena, repartidos en tres subregiones de acuerdo a su altura. Entre las montañas más altas se encuentra el Zempoaltepetl, el cerro de la Malinche y el Monte Blanco, elevaciones que rondan los 3,300 metros sobre el nivel del mar. Algunos de estos municipios habitados por los mixes son: Tlahuitoltepec, Ayutla, Cacalotepec, Totontepec, Tamazulapan, Zacatepec, Mazatlán y Guichicovi, entre los más importantes.

Como sucede con muchas etnias, no se encuentra mucha información sobre su historia prehispánica, algunos apuntes y muchas conjeturas, que dan más para un relato de ciencia ficción que para sacar conclusiones y analizar los entresijos de la cultura mixe, eso sí, siempre se supone que su origen ancestral, como en muchos otros casos, se pierde en la noche de los tiempos. Para el apartado histórico de este grupo indígena me he servido del trabajo del antropólogo social y doctor en Historia de las Religiones y de los Sistemas de Pensamiento, Gustavo Torres Cisneros. En su trabajo sobre los pueblos indígenas del México contemporáneo, "Mixes", cuenta que al respecto de esta etnia existen múltiples versiones sobre su origen, algunas fantásticas y otras descabelladas. Por ejemplo, expone las suposiciones del padre Antonio Gay, en el siglo XIX, autor de la "Historia de Oaxaca", según las cuales, los mixes provienen de Europa central, y están relacionados con los pueblos dálmatas o polacos, asegurando que éstos podían entender la lengua mixe, unas afirmaciones que no tienen por donde cogerse ó agarrarse, no tiene ningún sustento.

Otras de estas teorías fantásticas es la que se refleja en un documento de Juan Nepomuceno, "La historia antigua de los Mixes" donde asegura el autor que este pueblo proviene del Perú. Un documento plagado de anacronismos y neologismos formados a partir de la lengua mixe, donde también se menciona a Moctezuma y al rey zapoteco Zaachila. Este documento se tiene por falso porque la imaginación del autor se mezcla con datos históricos, y aunque sociológicamente se considera interesante esta idea, la de que los mixes provienen del Perú, los hechos históricos y las comparaciones lingüísticas demuestran su falsedad histórica. Una idea formada muy probablemente en la época colonial, cuando el contacto con el Perú era más frecuente como parte del Imperio español y cuando el clero era más proclive a difundir este tipo de contactos. Por aquel tiempo, flotaba en el ambiente la llegada de Santo Tomás a tierras americanas y se llegó a considerar que a México arribó por el Perú, razón por la que otros grupos étnicos como los huaves, vecinos de los mixes, también creen en esta hipotética procedencia.

Gustavo Torres Cisneros también nos cuenta que, probablemente, los mixes vivieran en pequeñas aldeas de carácter clánico, en la época prehispánica, y que algunos centros importantes existieron en Moctum, donde quedan vestigios arqueológicos de sus antepasados, en Totontepec, Quetzaltepec y Jaltepec de Candayoc. También cree que los mixes tuvieron roces, sus más y sus menos, con los zapotecos del Valle y de la Sierra, que los aztecas penetraron en la región y atacaron Totontepec y Quetzaltepec, después de que los mixes emboscaran a los pochtecas o mercaderes mexicas.

Desde que Cortés supo que Tuxtepec proveía de oro al Imperio mexica el interés por la región creció por parte de los españoles y fueron muchos los esfuerzos de los conquistadores por entrar en la zona, como Gonzalo de Sandoval en 1522 o Rodrigo Rangel en 1523, y en 1524 Luis Barrios y Diego de Figueroa. Parece que la decisión de encontrar tan preciado metal estaba por encima de cualquier manera de conseguirlo, porque en el caso de Diego Figueroa se dedicó a buscarlo en las tumbas de los caciques. En 1526 fundó la colonia española de Villa Alta de San Ildefonso, bajo las órdenes de Marcos de Aguilar y Alonso de Estrada.

La conquista de la Sierra se dio en 1529, cuando la Primera Audiencia designó a Luis de Berrio primer alcalde mayor de Villa Alta. Un personaje siniestro para la historia de los mixes y los zapotecos del Rincón, pues su gobierno fue implacable y brutal contra ellos, empleando perros, como describe Antonio Herrera. Por esta época las mujeres mixes y chontales abortaban y se negaban a procrear. Sin embargo, como sucedió en la mayoría de los episodios de la conquista, los españoles contaron con la ayuda de otros grupos étnicos, en este caso fueron los indios naboríes del centro de México, especialmente de Tlaxcala.

A principios de 1558 comenzó el proceso de evangelización del pueblo mixe, con la llegada de fray Jordán de Santa Catalina y sus colegas dominicos. En 1570 una doctrina se estableció en Totontepec y en el siglo XVII se crearon dos residencias en Juquila y en Quetzaltepec. El fin de la hegemonía dominica comenzó a principios del siglo XVIII, cuando el obispo Maldonado secularizó 27 doctrinas dominicas en todo el arzobispado.

Ya en el siglo XIX, la región mixe estuvo aislada prácticamente de la vida de la nación, aunque algunas leyes como las de desamortización de los bienes comunales repercutieron en sus comunidades. El cultivo del café a pequeña escala se extendió rápidamente a finales de este siglo cuando se introdujo en la Sierra Norte de Oaxaca, debido a que suponía unos ingresos extra. En 1936 se estableció oficialmente, por el gobernador Constantino Chapital, el Distrito judicial y rentístico de los mixes, y Zacatepec como municipio de cabecera.

La palabra mixe es una derivación de mixy, "hombre varón", pero el antónimo mixe es Ayuukjä'äy, compuesto por las raíces a (idioma, palabra), yuuk (montaña, florido) y yä'äy (gente), es decir, los mixes se llaman así mismos en su lengua "pueblo de la lengua florida".
El idioma mixe pertenece al grupo mexicano de la familia lingüística mixe-zoqueana y lo hablan alrededor de 140 mil personas.

La actividad económica de los mixes se basa en la agricultura, en la zona alta y parte media, en la primera son los cultivos de maíz, papa y chile lo que prevalece, en la segunda es el plátano, frijol, café y caña de azúcar. En la parte baja se dedican principalmente a la ganadería, la que se ha intensificado actualmente.

La vivienda tradicional la construyen con techos de palma, a dos aguas, paredes de tablas o bajareque y piso de tierra. Actualmente las casas de adobe, ladrillo, blok y piedra, con techos de teja, láminas galvanizadas, de asbesto o de concreto y pisos de cemento, han ido sustituyendo a las tradicionales a un ritmo acelerado. Su forma es rectangular y cuentan, por lo general, con un espacio para cocina-comedor, uno o dos cuartos como dormitorios y almacén o estancia. La mayoría también cuentan con un patio destinado a árboles frutales, plantas de ornamentación y medicinales, además de un espacio para los animales de cargas.

La religión de los mixes se sincretiza entre el catolicismo y sus creencias prehispánicas, el culto a Jesús Nazareno, el Señor de Alotepec, se combina con el de las deidades naturales presididas por el rayo, la luna y los espíritus de la montaña.