Coahuiltecas


Coahuiltecas es un nombre genérico que recibían un sinnúmero de pequeñas tribus ya desparecidas y cada una nombrada de distinta manera por los exploradores con términos extraños y pintorescos: pajalates, pacaos, pausantes, pacuaches, mescales, pampopas, pihuiques, borrados, sanipaos, orejones, manos de perro y algunos más. El área donde habitaban se sitúa entre el norte de México y el sur de Estados Unidos, en los estados de Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y el oeste de Texas, desde el río San Antonio. No es mucho lo que se conoce de su cultura y su lengua; las causas que propiciaron su desaparición fueron varias, desde la guerra, enfermedades, hasta la asimilación a manos de los españoles, comanches o apaches.

Las tribus de indios coahuiltecas vivieron amparándose en las misiones que los franciscanos a orillas del río San Antonio, a principios del siglo XVIII. Cuando los misioneros llegaron a la región de San Antonio vivían en pequeños grupos nómadas y dispersos, emigrando con cada estación para conseguir el alimento que recolectaban de lo que la tierra les proporcionaba. Su lengua se componía de distintos dialectos y su religión se basaba en la naturaleza. Aunque eran de constitución robusta y su vida relativamente tranquila se vieron obligados a refugiarse al amparo de las misiones, acosados por sus vecinos, apaches y comanches, o las enfermedades que llegaron con los europeos. Las misiones supusieron un refugio con algunos costes a cambio, como la evangelización, que significaba adaptarse a las nuevas costumbres venidas de fuera y arrinconar u olvidar las propias; sin embargo, las misiones ofrecían la pacificación entre los indígenas, construidas como pueblos fortificados y destinados a la protección de las fronteras de las colonias españolas contra la incursión de los franceses desde Louisiana, también contra los hostiles comanches y apaches que luchaban por la ocupación de sus territorios ancestrales.

Los Coahuiltecas vivían dentro de los muros que los protegían de los ataques, aunque sus viviendas, sus chozas, estuvieran ubicadas adjuntas a los muros exteriores. Los campos de cultivo alimentaban a una comunidad compuesta por españoles e indios y, además de practicar la religión foránea e ir a clases de idioma español, los misioneros les enseñaron artesanías y distintos oficios como la herrería, tejidos en telares, labrar la tierra y las ropas de algodón. Junto a los cultivos de hortalizas que labraban en el exterior de la fortificación también cuidaban animales domésticos.

El único libro que se conoce en el idioma de los coahuiltecas es el Manual para Administrar los Santos Sacramentos a las tribus de indios que los misioneros llamaban con distintos nombres, pajalates, orejones, pacaos, tlijayas, alaspas, etc. El Manual fue escrito por Bartolomé García y su publicación data de 1760.



















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