Pimas


Los pimas son unas de las etnias más pobres de México, debido a la pobreza de sus suelos y al despojo que han sufrido constantemente. Es difícil ubicarlos en un enclave en concreto, se podría decir que la migración es la particularidad que define a este pueblo que, a opinión de los investigadores, en su mayoría residen en los estados mexicanos de Sonora y Chihuahua: en las rancherías de Yepáchie, municipio de Temósachi, y en Dolores y Mesa Blanca, poblado del municipio de Madera y en la localidad de Pinos Verdes, perteneciente al ejido de Conoachi. También en Arizona, estados Unidos.

Los pimas han ido desapareciendo y mermando en número de componentes poco a poco y por diferentes causas, entre ellas, por la división de su territorio y luego por su asimilación. Fue a partir de la llegada de los españoles cuando la región del territorio se dividió en dos: la Pimeria Alta y la Pimeria Baja. Respecto a esta división territorial histórica el gobierno del estado de Sonora recoge en su página Web, http://www.sonora.gob.mx/: " Los misioneros, con fines juridiscionales, dividieron el territorio pima en dos regiones: la llamada Pimeria Alta que se extendía de sur a norte desde la Misión de Nuestra Señora de los Dolores hasta la confluencia de los ríos Gila y Colorado, comprendiendo los actuales municipios de Altar, Magdalena y parte del de Arizpe y del estado de Arizona, y la Pimeria Baja, que iba desde el río Yaqui hasta la propia misión, abarcando los hoy en día municipios de Hermosillo, Ura y Guaymas. Ambas pimerías formaban la provincia de Sonora dependiente, hasta 1734, de la Nueva Vizcaya. La provincia así, se extendía en una amplia faja de 1500 kilómetros de longitud, aproximadamente".

Cuando llegaron los conquistadores, los pimas, eran un pueblo altamente desarrollado si lo comparamos con otros pueblos y culturas vecinas del desierto. La presencia de los españoles por aquellas tierras se debía a la búsqueda de riqueza y de las siete ciudades de oro (Cibola y Quiriva), pero lo que encontraron no fue otra cosa que pequeñas comunidades sedentarias en la región y que por supuesto trataron de conquistarlas, pero se encontraron con una respuesta hostil que lo evitó. También dice la página Web del estado de Sonora al respecto: "Lo que no logró la espada, lo conquistó, en parte, la cruz. Los frailes jesuitas Kino y Salvatierra lograron establecer, en 1687, la Misión de Nuestra Señora de los Dolores en el poblado indígena de Cosarie, en la ribera del río San Miguel, la que sirvió de base para la evangelización de la Pimeria Alta. En la Baja, los jesuitas Guzmán y Burgencio, fundan a partir de 1616 las misiones de Moris, Yécora y Ures entre otras".

La independencia que disfrutaban frente a los españoles fue un hándicap para la tribu que, por una parte continuaban sin ser sometidos bajo las normas de los recién llegados al territorio y por otras se vieron fuertemente afectados por los ataques que sufrían por parte de los apaches y otras tribus salvajes, al tiempo que los mestizos amenazaban el proceso de despojo de tierras. Este despojo fue una constante a lo largo de varios siglos, hasta que la revolución mexicana les permitió acceder a un sistema ejidal con el reparto agrario, lo que les garantizó la pertenencia de tierras, aunque esto no les ha ayudado a asegurarse herramientas técnicas modernas para poder sacarles un mayor rendimiento y optar a un mejor nivel de vida con el desarrollo.

El término pima proviene de la época en que llegaron los conquistadores, y que significa "no sé", respuesta usada con frecuencia en el encuentro con los españoles. A ellos les gusta llamarse a sí mismos o'ob, que quiere decir "la gente o el pueblo", lo que los distingue de sus parientes los pápagos, "gente del desierto". Su lengua es el pima y pertenece al grupo de lengua pimanas de la familia uto-azteca.

El hecho de que sean un grupo étnico migrante dificulta saber con exactitud el número de habitantes o componentes que suman en la actualidad. Para el gobierno federal mexicano la población estimada es de 861 habitantes, aproximadamente, ahora bien, hay que tener en cuenta que se refiere solamente a los habitantes de lo que sería la Pimeria Baja. La desestimación de este grupo étnico por parte del gobierno federal fuera del territorio de la Pimeria Baja se debe a la falta de datos que hablen de una supuesta pureza racial.

La economía de los pimas se sustenta entre la agricultura y la ganadería, principalmente esta última. Cultivan especialmente el maíz, frijoles y chile, también se alimentan de trigo, y frutas silvestres. La organización social se basa en familias patriarcales y cada una de estas familias es dueña de varias cabezas de ganado mayor, vacas, burros, caballos, borregos, que engordan para venderlos en los pueblos de la región. La artesanía principal, la de la costerí, es elaborada por mujeres. Tejen la palma para fabricar sombreros, cestos, petates y escobas, para el autoconsumo y para venderlos en los mercados.

El estilo seminómada de los pimas hace que tengan por lo general dos casas, una temporal y otra permanente. Esta última tiene cimientos de piedra y paredes de adobe y piedra, no tienen ventanas y consta de una sola puerta; los techos a dos aguas y cubiertos de tejemanil. El suelo es de tierra apisonada y la planta cuadrangular con una sola habitación. La casa temporal se halla en los terrenos de cultivo y la usan durante los periodos de siembra y cosecha.

Los pimas son cristianos en su mayoría, aunque, como casi todos los pueblos indígenas latinoamericanos, con influencias autóctonas ancestrales.