Ixiles


"Dirigiéndose el ejército al pueblo de Nebah entre bosques muy espesos y peñascos muy elevados... comenzaron a subir la serranía, en cuya cumbre se opuso al paso de nuestras tropas un escuadrón de cuatro o cinco mil indios serranos del pueblo de Nebah... aquí se trabó un reñido y largo combate, en que deshechos los de Nebah desampararon el puesto. Acercóse el ejército español al pueblo de Nebah, ceñido por todas partes de profundísima barranca y como los defensores vieron aproximarse a los nuestros, acudieron todos a impedirnos la entrada y descuidaron de lo demás, asegurados en su profunda quiebra, pero aprovechándose nuestros indios de este descuido y bajando con admirable agilidad, agarrándose a los árboles y bexucos, puestos a la otra parte de aquel foso dieron fuego el pueblo por varias partes. Como los indios vieron arder sus casas abandonaron la defensa de la entrada por acudir al fuego; y en este intervalo, segando los nuestros la quebrada a buena diligencia se hicieron dueños del lugar y prisioneros a los principales personajes. Al día siguiente se herraron todos los vecinos de Nebah y esto fue medio suficiente no sólo para que se rindiese este pueblo, sino también el de Chahul."

Este fragmento pertenece a la obra, del cronista Francisco de Fuentes y Guzmán, Recordación Florida, en la que deja patente que a la llegada de los conquistadores españoles ya existían los tres principales pueblos del área ixil: Nebaj, chajul y Cotzal, pertenecientes hoy al departamento guatemalteco de Quiche. A partir del año 100 de nuestra era es cuando se comienzan a tener constancia de ocupación humana en la región, es en el Periodo Clásico Temprano cuando comienzan a surgir las ciudades mayas del altiplano del norte, en la que la región ixil se incluye, y nacen los primeros asentamientos como Nebaj, Chipal, Tzicuay, Sumal y Xacbal. Los nuevos sitios emergentes conservaron los vínculos de procedencia como Zacuelu y Awakateko. Nebaj nació como centro regional y su nombre correcto sería Xe B'aj,. Para ese periodo seguramente hablarían algún idioma relacionado con el man, pero también es probable que la separación geográfica derivara en otra lengua distinta, que hoy conocemos por ixil.

La tradición oral de los ixiles es muy rica. y en una de sus leyendas se intuye que antecesores de esta etnia procedían de la región mexicana de Chiapas; esta leyenda cuenta que muy cerca de Nebaj existía un árbol llamado de Chiapas, un lugar de veneración y rituales, cada vez que de sus ramas nacía un brote se decía que aquella hoja significaba que alguien moría en la lejana localidad mexicana. El territorio que habitan los ixiles tiene otras riquezas culturales, además de las orales, como son sus sitios arqueológicos de Caquixaj, Chipal y Oncap, Ilom, Xacbal y Hui, que son poco conocidos; también su enclave natural, la reserva de la biosfera Visís-Cabá, en Chajul, en el corazón de la llamada Zona Reina, con densas selvas ricas en flora y fauna.

Dos hipótesis son las que sugieren el origen de la lengua ixil, una de ellas está basada en la relación que mantenían con las zonas vecinas, incluidas las Tierras Bajas de Petén, por esta línea se estima que ixil proviene del vocablo Ijxhiil, que significa "cargador de ollas", la otra posibilidad se apoya en los jeroglíficos descifrados en varios vasos cuya procedencia se cree Nebaj, "Lugar del Jaguar". En estos vasos aparece un gobernante de Nebaj, a quien llaman también señor de los Hix´Balam. Hix significa "Jaguar" e Il, un sufijo que indica procedencia.

La economía de los ixiles se soporta en la agricultura y la artesanía, y es en este último apartado donde tienen un singular reconocimiento las mujeres ixiles, por la creación de sus tejidos, así como sus famosos sombreros y bolsas de Nebaj. De igual manera es importante el manejo que tienen de la pólvora, la que comenzaron a trabajar en 1794, elaborando desde entonces cohetes, ametralladoras y bombas voladoras que se utilizan en las fiestas patronales especialmente.

A mediados del siglo pasado, los ixiles, comenzaron a bajar de las altas montañas del Quiche guatemalteco a las zonas selváticas de la Zona Reina, la que atraviesan los ríos Ixcán y Chajul, afluentes del río Lacantún, que desembocan en territorio chiapaneco. Desde ese tiempo los cauces fluviales eran las vías de comunicación en la recóndita selva, en una zona fronteriza entre Guatemala y México que los ixiles pasaban constantemente de un lado a otro en busca de animales de caza y zonas de cultivo. Entre los años 1980 y 1990 muchos de los ixiles tuvieron que huir de Guatemala, debido a los enfrentamientos de violencia política que se vivieron en el país, asentándose en territorio de Chiapas, especialmente en los poblados de Ixcán y Chajul, donde se calculan unas 1.000 personas, las que se quedaron a vivir después este periodo convulso. La población total de ixiles se estima en un número cercano a las 60.000 personas.