Tectitecos


La historia prehispánica de los tectitecos prácticamente se limita a su procedencia de origen, la que se cree que procede de los mames, del imperio Man Zaculeu, que siguieron la ruta de San Idelfonso Ixtahuacán, Cuilco y Canibal, para asentarse en el municipio que hoy se conoce por Tectitán. En el periodo Hispánico era conocida como Santa María Magdalena Tectitlán y, como expongo anteriormente, la mayoría eran descendientes indígenas de la cultura man.

Según la historia que se recoge en la web oficial el municipio de Tectián: "La mayoría de investigadores coinciden en que Tectitlán es un vocablo de origen náhuatl, que significa "Lugar de Pedernales"; el historiador Francisco Fuentes y Guzmán se refiere a la etimología de Tektitán como: Tet que significa "piedra" y "Titlán igual a "mensajero". Cortéz y Larraz en su visita a Cuilco, describen que Tectitán estaba formado por 105 familias, con una población de 338 personas, que tenían como actividad principal el cultivo de maíz, frijol, caña de azúcar, banano y habas. La actividad artesanal consistía en la alfarería".

Sin embargo, no es hasta el 29 de marzo de 1.879 cuando se fundó como municipio, por el gobierno liberal de Justo Rufino Barrios. Fue a partir de esta fecha cuando comienza a ejercer la autoridad de la administración presidida por un intendente.

Pero los tectitecos no sólo se localizan en los términos municipales guatemaltecos de Tectitán y Cuilco, en el departamento de Huehuetenango, también en las localidades mexicanas de Amatenengo de la Frontera y Mazapa de Madero, en Chiapas. En estos dos municipios mexicanos se calculan más de 1.000 los hablantes del idioma tectiteco, por el contrario, en tierras de Guatemala casi se duplican los nativos que lo hablan.

El idioma tectiteco también se conoce como tektiteko, teco o B'a'aj. Es una lengua mayense del tronco quicheano-mameano, del grupo mameano mayor, de la rama mameano. El tektiteko se habla principalmente en las comunidades de Timuluj, Tichumel, Checaú, Toajlaj, Tiux, Llano Grande, Ixmujil, El Progreso, Ixconolí y Tuitzijom, y en menor número en Agua Caliente y Totanám. En las comunidades de los Madroñales, Sacchumbá y Toninquím se habla mam, que junto al castellano son los tres idiomas que se hablan en la zona, aunque este último es el que predomina.

La agricultura, junto a la albañilería, apicultura y el comercio son generalmente las ocupaciones de los hombres tectitecos, muchos de Guatemala ejercen de jornaleros en México. Por el contrario, la mujer se dedica a sus labores domesticas y al cuidado de los animales de patio, también las hay que le dedican su tiempo al comercio y la alfarería, la artesanía que predomina en la comunidad, la elaboración de comales, tinajas, jarrones, pichachas y ollas.

Las viviendas tradicionales de los tectitecos se construían con paredes de adobe y techos de paja, pero a partir de la década de los años 40 los nuevos materiales se fueron introduciendo y la paja fue sustituida por las láminas metálicas.

Las creencias religiosas ancestrales de este grupo humano se basaban en la concepción de sus padres la Tierra y el Cielo, y su interacción directa con el hombre y la naturaleza. Dentro de la comunidad indígena existen guías espirituales que son el enlace con Ahau (Dios). Sin embargo, la irrupción de religiones foráneas como la católica, por parte de los españoles, y por otro lado, la llegada de misioneros evangélicos estadounidenses en la década de los años 50, añadió más desconcierto en cuanto a la religiosidad, lo que, como casi siempre, acabó por sincretizarse. La mayoría, se confiesan católicos, una tercera parte evangélicos y una décima parte no manifiestan preferencias algunas.