Siboneyes


Los siboneyes o ciboneyes eran uno de los tres pueblos indígenas que habitaron la isla de Cuba en la época prehispánica, corresponden a la edad de la piedra y se sabe que al menos su presencia en la isla se comenzó a dar hace más de 4500 años, fecha de la que se tienen pruebas arqueológicas. Los siboneyes, al igual que sus antecesores los guanahatebeyes y sus predecesores los tainos, llegaron a las islas del Caribe en migraciones procedentes de la América continental. Si la primera ruta se supone que fue desde las penínsulas de Florida y Yucatán, la segunda, al igual que la tercera, tiene su procedencia en Sudamérica, en la desembocadura del río Orinoco y en el norte de Venezuela.

La segunda migración, la que llevó a los siboneyes a las islas del Caribe, comenzó hace unos 5.000 años aproximadamente, en el mesolítico tardío, y se asentaron en la costa norte del occidente y centro de Cuba, además de La Española y las Antillas Menores. Este periodo de la prehistoria en el Caribe se caracteriza por grupos de recolectores, cazadores y pescadores, dominaban el fuego y conocían el tallado de la piedra sílex.

Los siboneyes eran una cultura superior a la de los guanahatebeyes, sin embargo, no conocían ni la alfarería ni la agricultura, pero también meramente inferior a la de los tainos, con los que convivieron en paz, según los relatos de los conquistadores, y aunque sin esclavizarlos sí sometidos a estos, digamos que existía un trueque de intereses. Así mismo los cronistas de la época nos dejaron escrito que le llamaban "indios viejos", los describían como tristes, tímidos y muy pacíficos. Cuando se consumó la Conquista sus supervivientes se refugiaron en los cayos más aislados y en la península más occidental de la isla, Guanahacabibes.

Siboney proviene del lenguaje arahuaco de los indios del Caribe. Cibo significa "piedra preciosa" y ney "gente"; "la gente de la piedra preciosa o perla". Sus viviendas estaban ubicadas a las orillas de los ríos, pantanos, ensenadas y bahías, por lo que levantaban las chozas sobre troncos de madera. Su alimentación era similar a la de las poblaciones anteriores: recogían uvas de playa, mamey, saona, hicacos, guanábanas, corozos, yuca, guáyica, etc. Por los concheros o yacimientos de conchas encontrados y estudiados se sabe que comían cangrejos, peces de mar y ríos, ostras y otros caracoles marinos; al igual que otros animales como tortugas, jutías, iguanas y roedores menores.

Los siboneyes conservaron algunas técnicas paleo-indias en cuanto a la utilización de las lascas de silex y sobre eso desarrollaron una industria lítica más elaborada en la talla de las piedras, especialmente en formas simétricas con acabados apreciables. También fabricaron grandes y pequeños morteros, majadores cónicos, rectangulares y cilíndricos; así mismo hachas de piedra mariposoides y de cuello. Otros objetos de piedra, como bolas de diferentes tamaños y cetros o dagas, son asociados a sus prácticas ceremoniales o funerarias. Los siboneyes tenían en común con los otros grupos indígenas su organización gentilicia matriarcal y dividían el trabajo por sexo y edades; su religión era animista y culto a los antepasados.