NOTICIAS: Los bancos centrales se lanzan a contener sus monedas ante la debilidad del dólar


16-9-2010 - La fragilidad del dólar y la consiguiente búsqueda de mercados por parte de los inversores hace que otras monedas se aprecien. Japón y Colombia intentan contrarrestar esa suba mediante la intervención.

Las dificultades que atraviesa la mayor economía del mundo, la de los Estados Unidos, provocan la debilidad del dólar, y así el fortalecimiento de otras monedas, que a su vez se ven perjudicadas. Esta fragilidad del billete verde alienta a los inversores a buscar rendimientos en otros mercados, por lo general emergentes, fomentando el incremento de la moneda de esos países.

Por eso es que ante la amenaza que representa una moneda apreciada para la actividad económica los bancos centrales salieron a contener los precios. El organismo monetario de Japón realizó ayer la primera intervención en seis años, para impedir que se perjudicara el sector exportador. También el Banco Central de Colombia reanudó ayer la participación en el mercado de cambios después de haberlo hecho entre marzo y junio de este año. En Brasil, Perú, en nuestro país –aunque por motivos distintos– y en China –prácticamente por obligación– los entes monetarios se encargan de supervisar y controlar la evolución de sus respectivas divisas.

“Estas reacciones son el resultado de lo que dejó la crisis internacional. Las economías de países centrales debilitadas, cuya moneda de referencia es el dólar, claramente invitan a la inversión en otros destinos, incluso en Japón, que está en una situación peor”, señaló Leonardo Chialva, socio de Delphos Investment. Asimismo, explicó que los inversores “prefieren la ortodoxia de los japoneses a la heterodoxia de Bernanke”, el presidente de la Reserva Federal (FED) de los Estados Unidos.

El Banco de Japón intervino en el mercado cambiario vendiendo yenes por primera vez desde el 2004 luego de que esa divisa rozara el valor máximo en quince años. Al menos ayer, la participación dio sus frutos: fue el mayor avance diario del yen en casi dos años. El dólar cerró a 85,8 yenes, frente a los 83,09 de la víspera, producto de la inesperada intervención que logró distanciar a la moneda nipona del nivel de 82,88 que tanto inquietaba a las autoridades.

En la última intervención el Banco Central vendió 35 billones de yenes (unos u$s421.700 millones) durante quince meses. Sin embargo, los especialistas dudan de que la participación actual sea tan agresiva como en aquella oportunidad. De hecho ayer se vendieron alrededor de u$s20.000 millones.

No obstante, Darío Epstein, presidente de Research for Traders, opinó que al estar Japón en recesión y no tener competitividad, el yen debería estar entre 95 y 100 dólares para impedir que el mercado exportador se perjudique.

El ministro de Finanzas nipón, Yoshihiko Noda, confirmó la venta y aseguró que se informó a las autoridades extranjeras, aunque el accionar del organismo, aclaró, es de carácter independiente.

En tanto, el gurú financiero George Soros apoyó la decisión de Japón: “Ciertamente son perjudicados, porque la moneda es demasiado fuerte, de manera que estuvieron en lo correcto al intervenir”.

Por su parte, el Banco Central de Colombia volvió a participar ayer en su mercado de cambios, y además anunció que lo seguirá haciendo durante al menos cuatro meses. En este caso, se realiza una compra de dólares por subastas –la de ayer fue por u$s20 millones–, una herramienta que acostumbra usar también Brasil. En ese país, potencia de Latinoamérica, la tarea de contener la apreciación del real data de varios meses, por el incremento constante producto del aluvión de liquidez que llega desde el exterior. Pero se les está complicando la tarea, dado que el real ya tocó el máximo del año: 1,7055 por dólar.

También Perú es otro de los países de la región que nombran los analistas a la hora de señalar las naciones que reciben flujos de capitales. En el caso local, el Banco Central también opera en el mercado, aunque son las liquidaciones de los exportadores las que generan la apreciación del peso.

Cabe destacar, además, la responsabilidad del gigante asiático. “La clave pasa, ni más ni menos, que por China, que es el país con el tipo de cambio más distorsionado y si bien cumple con su promesa de apreciar el yuan, se espera que lo haga muy lentamente”, recordó Chialva.

Por Sofía Bustamante - www.elargentino.com