Mayangnas-Sumus


Se calcula que son aproximadamente más de 10.000 años, los que lleva el pueblo mayangna asentado en territorio nicaragüense, primero en la zona de la costa del Pacífico pero debido al acoso de otros pueblos invasionistas que sucesivamente invadieron el territorio, como los chorotegas, maribios y nahuas-nicaraos, acabaron por asentarse en la costa del Caribe. Es el más antiguo de todos cuantos pueblos se asentaron en el país y se puede afirmar por las huellas antroponímicas, que se encuentran en todos los extremos del territorio nacional. Los mayangnas desarrollaron un estilo de vida nómada, debido a las constantes agresiones que sufrieron por parte de los miskitos, que le relegaron al departamento de Jinotega, a Río Coco, Rosita y Bonanza en la RAAN (Región Autónoma del Atlántico Norte), y a la Desembocadura del Río Grande en la RAAS (Región Autónoma del Atlántico Sur).

La etnia mayangna en realidad son un conjunto de tres pueblos indígenas con identidades étnicas muy diferenciadas, los twahakas, panamakas y ulwas, que al igual que en Nicaragua , también sobreviven pueblos mayangnas twahkas en el sur de Honduras. En la época de las grandes migraciones mesoamericanas, a partir del años 800 d.C., empiezan a ser desplazados por los chorotegas, maribios y nahuas-nicaraos, de las costas del Pacífico, donde se encontraban tierras fértiles dotadas de numerosos cuerpos de agua, hacia la zona central montañosa, desde donde, poco a poco, fueron expulsados hacia la zona del Caribe. Al margen y al mismo tiempo, los miskitos se iban expandiendo por el territorio, lo que les obligó a abandonar la zona costera del noroeste de Nicaragua; también más adelante y durante la alianza miskito-inglesa, que favoreció la implementación de capturas de indios de montaña o caribes para ser vendidos como esclavos en las plantaciones del Caribe. Los mayangnas terminaron por internarse en las cabeceras de los ríos de la vertiente atlántica. Ya en la época colonial sufrieron los intentos por conquistarlos por parte de los españoles y los zamboingleses, pero en ambas intentonas se encontraron con la resistencia mayangna que, con el cacique Yarrinse al frente de un ejército de 300 guerreros ulwas-caribes, en la segunda mitad del siglo XVIII, consiguieron derrotarlos, tanto a unos como a otros.

A los mayangnas también se les conoce por el término sumus o sumos, un vocablo despectivo atribuido por los miskitos y adoptado por la literatura etnográfica de siglo XIX, que viene a significar "cobarde o no iguales". Antiguamente se les conocía con el gentilicio de mayangna, concepto gramatical curioso: ma es "lo alto", es "el sol", y yangna es "nosotros". En la última década del siglo XX se produjo un movimiento reivindicativo a favor del término mayangna, en vez de la voz sumo o sumu. Las pertenecientes a esta etnia son comunidades que se encuentran en las zonas selváticas caribeñas nicaragüenses y hondureñas, todas se sitúan en lugares de difícil acceso y por lo general en un ambiente de muchísima diversidad ecológica. Son pipanteros por excelencia y muy hábiles en la navegación por los grandes ríos, en cuyas cabeceras se localizan sus poblados. Las principales comunidades mayangnas en Nicaragua son Musawás, Wasakin y Karawala, las dos primeras en los municipios de Bonanza y Rosita, en la RAAN, y la tercera es el municipio de la Desembocadura, del Río Grande, en la RAAS. La mayoría de las comunidades mayangnas se encuentran en territorio de Nicaragua, alrededor de 36, y 5 en la República de Honduras. Es el segundo grupo poblacional indígena hablante de lengua nativa en Nicaragua y suman cerca de los 15.000 habitantes.

Los mayangnas complementan una dieta rica y variada, apoyada en la agricultura, y conforme a un tipo de clima, sulos y humedad, los cultivos que se llevan a cabo son de yuca, quequisque, batata, ñame, bananos, coco, pijibay, fruta de pan, arroz, frijoles y maíz. Recolectan frutas de temporada y mieles silvestres, también cazan y pescan.

El sumo es el idioma de este pueblo y forma parte de la familia SUMALPA (sumo, matagalpa), que reúne a los hablantes contemporáneos con el extinto matagalpa y que, con el cual, debieron de tener una unión gramatical, aproximadamente 1.500 años atrás. También están emparentados con el miskito, por lo que se crea la subfamilia llamada MISUMALPA (miskito, sumo matagalpa) y que forman parte del tronco Macro Chibcha.

La cosmovisión de los mayangnas queda señalada o designada por las montañas, los ríos y animales que en ellos habitan. La compleja realidad del mundo mayangna está compuesta por varias dimensiones; la representada por la gente contemporánea; la morada de los dioses llamada Malam askau o la casa al otro lado del sol, un sitio ubicado en lo alto, en las cumbres del cerro Saslaya, y que llaman jardín brillante; el mundo de los espíritus o Ditalyang, al que sólo acceden los iniciados, sukias o chamanes; y el inframundo, situado debajo de la tierra, en el Este, hacia donde se dirigen las almas de los muertos, quienes tendrán que enfrentarse por el camino a los Walasa, espíritus malos, a los que podrán vencer en correspondencia a los seres de la naturaleza, especialmente con el sapo, y acceder a la casa moteada, donde tiene su morada Ituniwana, madre de todas las cosas.