Mazatecos


En la historia moderna o reciente de los mazatecos, el acontecimiento más significativo y que les afectó en mayor medida fue la construcción de la presa Miguel Alemán. La creación de este embalse provocó la emigración de más de 200.000 nativos a otros poblados, repercutió en un grado elevado y a todos los niveles, religión, política y socialmente. La agricultura, que hasta entonces era la ocupación más importante en la actividad laboral, pasó a un segundo plano y en su lugar se situó la pesca; socialmente, la autoridad política se desvirtuó al trastocarse las relaciones de poder; muchas de las rutas religiosas que llevaban al santuario de Otatitlán quedaron bajo el agua y los mazatecos se quedaron sin los caminos que tradicionalmente habían utilizado sus ancestros para acudir al lugar más importante de peregrinación.

Pero la región que ocupan este grupo étnico ya estaba ocupada por sus antecesores desde mucho antes de que llegaran los conquistadores españoles. Desde los orígenes de este pueblo se conservaron su tradiciones prehispánicas en la regulación comunitaria de carácter cooperativo, a la que se conoce por "usos y costumbres", hasta mediados del siglo XIX, en el que las reformas decimonónicas liberales que introdujo Benito Juárez e impuso dictatorialmente Porfirio Díaz destruyeron el tejido social. La mayoría de las tierras comunales pasaron a manos de finqueros, hacendados y minifundistas, al tiempo que se introducían los monocultivos, entre ellos el café especialmente, y la economía local pasaba a depender del comercio nacional e internacional, consolidándose a principios del siglo XX. Sin embargo, en las últimas décadas, la lucha del pueblo mazateco por recuperar sus "usos y costumbres" ha comenzado a dar sus frutos y ya existen algunos municipios que regresaron al sistema tradicional cooperativo en detrimento del impuesto obligatoriamente en el siglo XIX, el primero en acoger de nuevo las tradiciones perdidas fue Eloxochitlán de Flores Magón, en el Estado de Oaxaca.

El territorio donde se localiza el grupo indígena mazateco se sitúa en la región de la Cañada y el valle de Papaloapan-Tuxtepec, al norte del estado de Oaxaca y al sur de los estados de Veracruz y Puebla. La cuenca del Papaloapan cuenta con el riego de abundantes ríos que desembocan en la laguna de Alvarado, en el Golfo de México, descendiendo desde la Sierra Madre Oriental. Los asentamientos mazatecos pueden ser de poblaciones compactas y dependiendo de dónde se localicen, en pendientes o en las planicies, son semidispersas o dispersas. La Sierra Mazateca se divide en dos, la Mazateca Alta y la Mazateca Baja, la primera se compone de dos subregiones que llevan el nombre de Tierra Fría y Tierra Templada, la segunda también se le conoce por Tierra Caliente. En la región mazateca también se encuentra la selva alta perennifolia, con árboles que sobrepasan los 30 metros de altura, en especies como la caoba o el cedro. La fauna que habita la componen los murciélagos, ratas de campo, ardillas, tepezcuintles, tlacuache y conejo; gallina de monte, pato buzo y pichiche, zopilote, gavilán, halcón, tecolote, lechuza, paloma, codorniz, gorrión, pelícano; salamandra, lagartija, culebra, iguana, boa, mazacuata, coralillo, nauyaca y víbora de cascabel; ranas, sapos y tortugas; mojarra, tilapia, guabina, róbalo, jolote y tenguayaca.

Las actividades económicas de mayor relevancia entre los mazatecos son la pesca y la agricultura, en el embalse de la Presa Miguel Alemán se pescan anualmente unas 5,000 toneladas de tilapia. En la agricultura se dan: en Tierra Fría el frijol, maíz, chile, chayote y árboles frutales bajo el sistema de roza, tumba y quema; en Tierra Templada se cultiva el maíz, frijol y chile para el autoconsumo, en la franja que va desde los 400 hasta los 1,700 de altura es el café el que toma el protagonismo. De igual manera, en esta subregión tiene significativo protagonismo el cultivo de la caña de azúcar, arroz, hule, ajonjolí, piña, la recolección del barbasco y la ganadería.

El origen del nombre mazateco proviene del náhuatl mazatecatl, que quiere decir "gente del venado", y que les fue otorgado por los nonoalcas, por el gran respeto que tenían a este animal. Los mazatecos se conocen así mismos por ha shuta enima, que significa "los que trabajamos el monte, humildes, gente de costumbres",
Su idioma es el mazateco y su afiliación es como menos polémica. Según el SIL, pertenece al grupo mazatecano del subgrupo popolocano de la familia otomangue; el Departamento de Lingüística opina que es a la subfamilia mazatecana de la familia oaxaqueña a la que pertenece; según Swadesh es a la familia popoloca, subgrupo otomiano-mixteco, grupo olmeca-otomangue. La realidad es que el mazateco es una lengua tonal relacionada con el popoloca, chocho e ixcateco.

La religión del pueblo mazateco es el catolicismo, aunque sincronizado con antiguas creencias ancestrales. Hacen culto a los espíritus, a los manantiales, a los cerros como el Cempoaltepetl y el Adoración; existen brujos, hechiceros y curanderos, a los que los mazatecos solicitan para invocar a las deidades nativas y para la curación del mal de ojo, mal aire, el espanto, la perdida de alma o el hechizamiento.