Huicholes


El huichol, también conocido por wirrárika, es un grupo étnico que habita en el oeste central de México, en la Sierra Madre Occidental, donde convergen los estados de Jalisco, Nayarit, Zacatecas y Durango, aunque es en los dos primeros donde se concentran un mayor número de población. Los componentes de esta etnia se llaman a sí mismos wirrárika, que significa "la gente", en su lengua, llamada por los lingüistas wixaritari o vaniuki, a la que también se le conoce por lengua huichola, o huichol. La palabra huichol es un etnómino despectivo que los mexicas dieron a los wixaritari mucho antes de que los conquistadores españoles aparecieran por sus tierras.

Actualmente, los puntos de referencia para su localización, se encuentran en los municipios de Mezquitic y Bolaños, al norte del estado de Jalisco, en la Yesca y el Nayar en el estado de Nayarit, y algunos grupos minoritarios en los estados de Zacatecas y Durango. Sus gobiernos tradicionales están instalados en cinco centros ceremoniales, que son: San Andrés Cohamiata (Tateikie), Santa Catarina Cuexcomatitián (Tuapurie), San Sebastián Teponahuaxtlán (Wautia) y Tuxpan de Bolaños (Tutsipa) en el estado de Jalisco, y Guadalupe Ocotán ( Xatsitsarie) en Nayarit. Aunque están asentados de manera dispersa dentro del territorio, en Jalisco han logrado que los mestizos no se instalen en sus comunidades, todo lo contrario ocurre en Nayarit, donde la convivencia con mestizos y coras es frecuente dentro del mismo territorio.

No está muy clara la procedencia de este grupo, ni siquiera para los antropólogos e historiadores, que basándose en la mitología, arqueología y lengua de los wixaritari, que es como se les llama en forma plural, es probable que provengan de distintos grupos que en otro tiempo fueron asentándose en la Sierra Madre Occidental. Algunas hipótesis estiman que procedían de tribus pertenecientes a la familia yuto-azteca, que posiblemente huyeron de algún imperio mesoamericano y que al llegar se encontrarían con otros grupos establecidos en el territorio. Los antepasados wixaritari, al menos eso parece ser, fueron independientes y no formaban parte de los grandes imperios, y es muy probable que algunas tribus de indios del norte, teochichimecas , formaran parte de los antiguos huicholes, si nos atenemos al Códice Florentino de fray Bernardino de Sahagún, donde se describe un ritual teochichimeca semejante al que realizan los huicholes con el peyote. Así mismo, se cree que, al igual que con las tribus del norte, se mezclaran en otras épocas con otros grupos de las tierras bajas de la costa, a juzgar por lo que recogen sus tradiciones orales que dicen que los dioses salieron del mar y fueron peregrinando hacia el oriente de la sierra.

Ya en el periodo de la conquista, la historia cuenta que las tropas españolas que se adentraron en la zona iban comandadas por Nuño de Guzmán, quien fue destruyendo el estado de Nayarit a su paso hacia el noroeste, dejando un rastro de sangre y forzando a los sobrevivientes a huir hacia la sierra, lugares que escaparon de la conquista por su difícil acceso. En la última década del siglo XVI y principios del XVII comenzaron a poblarse sus alrededores y para delimitar el territorio conquistado los españoles fundaron los pueblos de Colotlán, Mezquitic, Huajimic, Huejuquilla y Tenzompa. Las leyes de desamortización, en el periodo Independiente, provocaron el despojo de sus tierras y durante la rebelión de Manuel Lozada, el "Tigre de Álica", algunos huicholes lo apoyaron. Más tarde, en 1887, durante el gobierno de Porfirio Díaz, nuevamente se intentó deslindar las tierras, provocando una nueva ola de violencia y enfrentamientos entre las propias comunidades. La Revolución no fue ni mucho menos pacífica en la sierra, que fue paso de distintos grupos armados, lo que hizo que los huicholes sufrieran las consecuencias, aún sin aliarse a ningún bando en concreto. Seguidamente fue la guerra cristera la que llevó más violencia a la zona y en la actualidad continúan en guerra, más pacífica y sin violencia, la lucha por defender sus tierras por la invasión constante de los mestizos que presionan por apoderarse de los recursos de su territorio.

Su lengua forma parte de la familia yuto-azteca y está emparentada con el nanáhuatl, el yaqui, el pueblo, el cora y el tepehuano. Junto con el cora forman un subgrupo dentro del grupo sonorense de la rama meridional. Los huicholes llaman a su idioma tewi niukiyari, que quiere decir "palabras de la gente". La lengua huichol contiene influencias significativas del náhuatl y del español.
La accidentada topografía de la zona registra una amplia variedad de climas, pero ofrece pocas superficies cultivables por su inclinación. La mayoría de las zonas de la región son boscosas, explotadas por las compañías de Jalisco, que han proporcionado pocos beneficios a la población indígena pero en cambio han erosionado el suelo.
Sus tierras de labor son comunales y en ellas se cultivan principalmente el maíz, calabaza, amaranto, frijol y chile, para lo que se sigue utilizando el sistema de estacas y la yunta de bueyes cuando el terreno lo permite.
La migración temporal está muy arraigada entre los huichiles, que tienen organizada de tal modo su vida, religión, política y economía, que pueden trasladarse de un lugar a otro y regresar tiempo después.
La artesanía del pueblo wirrárika es importante y variada, que se clasifican en dos grupos, los que se elaboran con fines comerciales y los que tienen un fin o reflejan vivencias religiosas. Los primeros están representados artísticamente en cuadros de estambre elaborados sobre tablas de madera con cera, o con las piezas formando figuras trabajadas con chaquira sobre bules, violines, tortugas, etc. Los objetos rituales tradicionales reflejan sus sentimientos religiosos, plasmados en ropa, en la construcción de templos y en instrumentos musicales.

Sus viviendas están construidas en su mayoría con adobe, pero también las hay de piedras recubiertas de lodo y techos de paja, principalmente de una sola habitación que sirve de dormitorio y cocina a la vez. Para sus deidades y ancestros suelen dedicar unas pequeñas construcciones hechas de adobe junto a las viviendas, que reciben el nombre de ririki, "Casas de Dios". Se agrupan en ranchos y frecuentemente las parejas jóvenes recién casadas se suelen ir a vivir con la familia del hombre, sin ser ésta una costumbre generalizada.

Sus creencias religiosas están basadas en cuatro deidades principalmente: Maíz, Águilas, Ciervos y Peyote, descendientes todos del sol, al que nombran "Tau". Sus ceremonias o actos religiosos se llevan a cabo en el monte Wirikuta o "Quemado", en el estado de San Luís Potosí, que dividen en dos, un lado destinado a las mujeres y el otro a los hombres, donde suelen hacer uso del peyote, el cactus alucinójeno. Para los huicholes la historia verdadera se encuentra en los mitos, en el arte y en todas las expresiones o manifestaciones simbólicas del pueblo.