OPINIÓN: El valor de la moneda, de acuerdo a la situación particular de cada país

10-9-2010 - Darío Epstein, presidente de Research for Traders, explica por qué no siempre conviene seguir un único objetivo para el tipo de cambio

Se ha hablado mucho acerca de la importancia que el tipo de cambio reviste en la economía de un país. Junto con los salarios y las tasas de interés, forma parte del grupo de variables macroeconómicas críticas para la evolución del PBI. Es por eso que la incumbencia de los Bancos Centrales en la evolución del mismo.

Planteamos en este artículo la necesidad de entender que no siempre conviene seguir un único objetivo para el tipo de cambio, sino que el mismo deber ser adaptado a las necesidades específicas de cada economía y de la coyuntura en le a que se encuentra envuelta.

Hay que distinguir primero entre tipo cambio nominal y tipo de cambio real: el tipo de cambio nominal es la relación entre la moneda nacional que debemos vender para poder comprar una unidad de moneda extranjera. En tanto, el tipo de cambio real de un país otro es el precio relativo de los bienes de un país expresados en términos de bienes extranjeros.

Entonces, las variaciones del tipo de cambio real pueden deberse a variaciones en el tipo de cambio nominal como a variaciones en los precios (inflación) de los bienes extranjeros, o a variaciones en los precios de los bienes locales.

Cuando aumenta el tipo de cambio real, aumenta la competitividad de un país con respecto a otros, ya que los precios relativos del país que devaluó su moneda son más baratos que en el resto del mundo, provocando una mejora de la balanza comercial. Otro efecto que genera el aumento del tipo de cambio real es la licuación de la deuda que tiene dicho país en su moneda.

¿Qué tipo de cambio le conviene a la economía de un país? Depende fundamentalmente de la conyuntura de su economía. Es por ello que realizamos una comparación entre distintos países, analizando su economía para entender cual es su política de cambio.

En el caso de China, cuenta con un tipo de cambio con flotación sucia que es manejado por el Banco Central Chino. La política cambiaria que lleva adelante consta de mantener un tipo de cambio real elevado para mantener la competitividad de la economía.

La economía china se basa en las exportaciones de productos principalmente manufactureros, que le permiten tener una balanza comercial positiva. Para que este sistema de crecimiento sostenido no genere inflación y así pierda competividad, la economía necesita niveles de inversión cercanos al 40% del PBI.

En los últimos meses después de presiones ejercidas por organismos e instituciones internacionales, el gobierno chino mostró intenciones de flexibilizar el tipo de cambio, pero aún no se sabe de qué modo lo hará.

A diferencia de la mayoría de los países de la Eurozona, Alemania es un país en el que la competitividad de su economía viene dada por su alto nivel de productividad y el alto valor agregado que tienen los productos que exporta. Esto le permite que su economía resista tipos de cambio real apreciados.

Es por eso que cuando el euro se devaluó frente al dólar este año, Alemania se vio beneficiada ya que los productos que exporta principalmente bienes de capital se volvieron más baratos, sumado a esto la alta productividad. La balanza comercial comenzó a mejorar y según los últimos datos la economía creció interanualmente 9% y con respecto al período anterior 2,1 por ciento.

Otro factor que beneficia a Alemania es que el crecimiento en el mundo está siendo impulsado por países en desarrollo y para mantener el aumento del producto necesitan hacer crecientes inversiones en bienes de capital que principalmente produce Alemania.

En cuanto a la economía de Estados Unidos, ésta cuenta con un enorme mercado interno por lo que el beneficio de devaluar su moneda viene dado no solo porque los productos que exportan pasan a ser más baratos, sino por que los productos que importan pasan a ser más caros, obligando a las empresas extranjeras a bajar sus precios si quieren seguir manteniendo la participación en el mercado americano.

Un punto muy importante a tener en cuenta sobre la política cambiaria es que cuando se deprecia el tipo de cambio real en Estados Unidos -dado que la totalidad de su deuda es emitida en dólares-, se produce la licuación de los pasivos o, dicho de otro modo, que la deuda pasa a tener un peso relativo menor.

En la Argentina la política cambiaria ha sido mantener un tipo de cambio real competitivo, lo que permite mantener la balanza comercial con superávit. Los productos que mayor peso tienen en las exportaciones debido a la política llevada a cabo son los productos de la industria metalmecánica, productos agropecuarios y actualmente se viene desarrollando la exportación de servicios.

También hay que tener en cuenta que la Argentina cada vez que devalúa su moneda la deuda en moneda nacional pierde peso relativo, lo que provoca el mejoramiento de la relación entre deuda y PBI.

Actualmente este proceso permite dar impulso a la economía local, provocando aumentos en el nivel de actividad, mejorando la recaudación lo que permite tener una buena situación fiscal.

En conclusión, la política cambiaria tomada por un país debe ser acorde al nivel de competividad que se pretenda lograr, de modo que el sistema sea perdurable en el tiempo, permitiendo maximizar sus ventajas comparativas y minimizar las desventajas. Además, hay que tener en cuenta en qué momento del desarrollo se encuentra coyunturalmente ese país para poder continuar con el crecimiento.

Darío Epstein - Presidente de Research for Traders
Especial para iProfesional.com