Kumiais


Las comunidades del pueblo kumiai o kimiai se localizan entre las mesetas costeras de los municipios de Ensenada, Tecate y Rosarito, en el estado mexicano de Baja California. Constituye la más numerosa de cuantas existen en este estado noroccidental de México, con 394.783 habitantes en sus diferentes asentamientos.

Hace 14.000 años, aproximadamente, que llegaron a la península los primeros grupos humanos nómadas de economía de subsistencia, por la ruta de la costa del Océano Pacífico. En la época prehistórica estaban completamente definidos los tres grupos tribales que existían, Pericúes, Guaycuras y Cochimíes. Los primeros habitaban la parte sur de la península, los segundos en la parte intermedia y los terceros en el norte. Paralelamente a estos últimos, a los cochimíes, era donde quedaba anotada la existencia de otros grupos nómadas, como los cucapás, paipais, kiliwas, cahillas, akulas y kumiais, todos pertenecientes al tronco yumano.

Marco Antonio Samaniego, en su Breve historia de Baja California, dice que "los kumiais tuvieron la influencia de las culturas del sur del estado de California, lo que ha generado su clasificación, junto con los paipais y los kiliwas, dentro del área cultural de California y no del suroeste. Los kiliwas estuvieron relacionados con los cochimíes, sobre todo con los clanes cochimíes más norteños (por ejemplo los juigrepa) y, a su vez, un grupo de los paipais con los kumiais y viceversa, derivando así el subgrupo kwatl con su variante dialectal entre paipai y kumiai.
Los kumiais han sido el grupo indígena más numeroso de esta región, ocupando un extenso territorio que cubre el actual condado de San Diego y parte del Valle Imperial, en Estados Unidos, y los municipios de Tijuana, Playas de Rosarito, Tecate y partes de Mexicali y Ensenada en la República Mexicana. Hacia el sur, sobre la costa del Pacífico, ocuparon hasta el área de la antigua misión de Santo Tomás y al sureste hasta Santa Catarina." También dice que: "Cuando llegaron los españoles, a los kumiais se les denominó "diegüeños" en alusión a la misión de San Diego de Alcalá. Con el paso del tiempo se habló de diegüeños del norte, del sur y del este. Después a los del norte se les llamó "ipai", a los del sur "tipai" y a los del este "kamia"."

Su idioma, el kumiai, pertenecen al subgrupo Delta/California de la familia yumana. Los territorios ancestrales de este pueblo fueron divididos por las fronteras que limitan actualmente a Estados Unidos y México, lo que provocó un resultado evolutivo divergente entre las culturas de los grupos de ambos lados. No obstante, nunca se dieron la espalda y a pesar de la separación política no perdieron del todo el contacto con sus parientes, aunque es evidente que cada día resulta más difícil mantener esos lazos étnicos, por el cada vez más restringido paso a través de la frontera.

La ocupación de los hombres kumiais se basa generalmente en la agricultura, en los campos de vid del Valle de Guadalupe, donde salen a trabajar. También siembran trigo de temporal y hortalizas de riego por bombeo, y recolectan la miel en los cerros aledaños en el verano. Las mujeres dedican su tiempo a la recolección de bellotas en noviembre y diciembre, y al cuidado del ganado caprino y vacuno. La artesanía es otra actividad productiva importante que llevan a cabo tanto los hombres como las mujeres kumiais, especialmente en los últimos años, lo que ha supuesto un considerable aumento de sus fuentes de ingresos. Elaboran cestos de junco, planta que obtienen y recogen de los arroyos, y que tiene que ser extraída sólo cuando hay luna llena.

Los cantos ceremoniales de este grupo étnico son muchos y variados, dedicados a la naturaleza, a sus héroes, a la muerte, y recuerdan sus tristezas y las experiencias vividas con los mexicanos; en sus interpretaciones vuelcan su sentir hacia la mujer y hablan de su boca y su cuerpo.