Entrevista Gerardo Litvak: Presenta "Criollo", donde se pregunta por la identidad.

COLOR LOCAL LITVAK TRABAJÓ SOBRE RITMOS, TONOS Y CLIMAS AUTÓCTONOS.

Apuntes del baile patrio

Por Laura Facolff

Criollo -anticipaba la información previa al estreno de esta obra de Gerardo Litvak- desplaza el significado de los diversos ritmos de la tradición nacional hacia la invención de una danza autónoma, con un lenguaje propio y reglas idiosincrásicas, reinventando así la pregunta por el baile patrio".

Litvak creó esta pieza para cuatro bailarines a partir de una serie de preguntas sobre la identidad: "aquello que nos representa -dice ahora-; desde el mate, el gaucho, la vaca y la pampa hasta los ritmos folclóricos y populares. Qué es lo que se baila y qué baila la gente que no baila folclore".

En 2003 el coreógrafo recibió la beca Guggenheim por este proyecto y pasaron siete años hasta que la concretó durante esta temporada. Pieza sumamente despojada, casi ilustrativa, recorre con elementos de la danza contemporánea algunos ritmos auténticamente populares, como el tango y el malambo, y otros nacidos por el impulso de la industria discográfica como la cumbia que se baila y escucha hoy en la Argentina.

¿Cómo fue el proceso de crear una obra coreográfica partiendo de ideas tan abstractas como la identidad?

Empecé a hacer ciertos recortes en aquello que me interesaba, como la construcción de un espacio determinado.

¿Podrías dar un ejemplo?

Quería trabajar sobre el laberinto, relacionándolo con la pampa y las grandes extensiones. Pero después me dije, ¿qué hago con esto? Y comencé a observar lo que pasaba en el campo y las huellas que allí dejan el trabajo, los animales, la siembra. La idea de la extensión de la pampa era sumamente quieta pero de a poco fueron surgiendo estos elementos que te menciono y todo lo que yo como director podía imaginarme que serviría para extraer material coreográfico.

¿Qué te decidió a armar un elenco sólo masculino?

No fue una decisión de género, podría perfectamente ser bailada por mujeres. Pero como uno de los dos puntos de partida, inicialmente, fue el malambo, me interesaba en particular la energía masculina. Por otro lado quise sacar la obra del marco del dúo hombre-mujer.

Partiste en tu trabajo de preguntas sobre la identidad, ¿creés que el público va a encontrar en la obra esos elementos simbólicos?

No lo diría de esa manera. Creo que se van a reconocer ritmos y sonoridades: el malambo, el tango, el fútbol, aunque estén presentadas de una manera muy abstracta. Pero si la pregunta es por las cuestiones de la identidad, sí, creo que se ve la pregunta que me hice en algún momento: ¿cuál sería el baile patrio? No es una pregunta que me responda, o en todo caso la contesto en términos de movimiento: baile patrio es todo lo que presento en la obra. Criollo tiene mucha danza , así quise que fuera.

¿Tu próximo proyecto?

Creo que continuaré con el tema de las danzas populares y los bailes sociales.

Fuente: Clarín